LAS ENFERMEDADES RESPIRATORIAS: Es bastante frecuente que madres y padres traigan por emergencia a sus hijos menores, desde lactantes hasta adolescentes debido a fiebre, congestión nasal, tos, malestar general o estornudos. Preocupados acuden y enérgicamente piden atención inmediata debido al temor de que sea algo grave o que ponga en riesgo su vida. La realidad es que la mayoría de casos son infecciones de vías respiratorias altas no graves, causada en su mayoría por virus, que desde décadas o siglos nos acompañan y son parte de la vida comunitaria misma. Muchos de los padres, al ser consultados, refieren que algún familiar cercano que estuvvo en contacto con el paciente tenía los mismos síntomas, o que después de regresar de la guardería, jardín o escuela inició con los síntomas mencionados. La respuesta por sí misma es evidente, la transmisión de estos virus es por vías respiratorias, de persona a persona, también por contacto directo con secreciones, muchas veces transmitidas por las manos al llevarse estas a la zona nasal principalmente. Hace un par de años hubo toda una suerte de terror apocalíptico por la pandemia del COVID 19, en la que se tomaron medidas de bioseguridad estrictas, muchas veces sin sentido común y en exceso. Terminada la misma, las personas han decidido retirar todo cuidado o medida de bioseguridad, demostrando que el conocimiento nunca se fijó y que rápidamente descartan si quiera las mínimas medidas de cuidado para uno mismo y los demás. A los padres y en general el público, las mismas medidas que tomaban para evitar la infección por el SARS COV 2 son las que tienen que aplicar para evitar otras infecciones y enfermedades respiratorias. No enviar a su hijo al jardín o escuela si está con síntomas respiratorios, en niños más grandes uso de mascarilla, lavado de manos constantemente, enseñarles a toser o estornudar cubriéndose con la flexura del codo, el manejo de la fiebre u otros síntomas es con paracetamol u otro antipirético o antiinflamatorio. No es necesario que acuda por emergencia al Hospital a menos que tenga signos de alarma. Al contrario, acudir al Hospital y peor sin tomar las medidas de bioseguridad, genera mayor riesgo para el mismo paciente y el resto. A los padres, actúen responsablemente. Tengan sentido común o busquen información. Por el bien de sus hijos y de los demás.